La corte estratigrafica fue puesta en un edificio grande y obviamente mas temprano que el recinto descrito arriba (Figura 16). Sin embargo, al comienzo de la excavación no supimos de la existencia del edificio temprano. Empezamos, como ya hemos dicho, siguiendo la cima de un muro, poco a poco ampliando la excavación cuando encontramos esquinas. Al fin, limpiamos un área regular de la grama y excavamos una corte en forma de "L" hasta el suelo estéril. Los estratos superiores al parecer pertenecen a la misma ocupación tardía de que hemos sido hablando y pueden ser descritos brevemente.
El nivel superficial consistió en la grama. Debajo de la grama encontramos una argamasa compacta cubriendo piedras angulares (nivel 1). Nivel 2 consistió en las piedras mezcladas con tierra suelta (Figura 17). No habían tantas piedras como encontramos en el recinto sobre el pavimento, pero las piedras tuvieron las mismas características. En este nivel comenzaron a revelarse las cimas de los muros perteneciendo al edificio temprano.
Los hallazgos principales asociados con la ocupación tardío
Vamos a hacer una interpretación mas amplia en sección 3, abajo, pero aquí cabe notar en forma de resumen algunas consideraciones acerca de la ocupación tardía.
Primeramente en términos de estratigrafia, el recinto y su historia de construcción y destrucción tiene que ser el enfoque de análisis de la ocupación tardía. La construcción del recinto necesitaba la destrucción y nivelación de los edificios anteriores. Fue este proceso que resultaba en el montículo artificial. Al parecer, el recinto fue la estructura principal o quizás la única construcción en la cima del montículo. El pavimento de cantos rodados fila encontrado solamente dentro del recinto y mas específicamente solamente dentro del patio y traspatio del recinto.
Los muros del recinto fueron construidos mayormente con piedras labradas pero la manera de colocar las piedras en los muros indica que las piedras fueron reutilizados. Por ejemplo, en la jamba del acceso al adoratorio se encuentra un bloque grande con una sección casi triangular puesta con su eje principal horizontal (véase Figuras 12 y 13); esta piedra probablemente fue hecho originalmente para ser puesta con su eje vertical, quizas como parte de una esquina, columna, u otra elemento arquitectónico especial. En general, el ajuste de las piedras no es muy apretado y de vez en cuando se encuentra piedras sin labrar acostadas a las piedras labradas. Descansando sobre la cima del muro que separa el patio del traspatio encontramos un batan y un mortero, los dos rotos; fue imposible determinar si fueron parte de la construcción del muro o simplemente puestos sobre el muro durante su destrucción.
La concentración de piedra pizarra alrededor del adoratorio sugiere que el techo del adoratorio fue hecho con lajas de este material (Figura 5). En el patio encontramos una piedra con una ranura grabada en una cara; este tipo de piedra probablemente sirvió como un canalón o gárgola para drenar las lluvias de un techo. En el traspatio encontramos dos piedras gárgolas mas. Otra gárgola mas fue encontrado en la parte norte de la ampliación sur y otra en la alineación de piedras en la parte sur de la ampliación. Además encontramos cuatro gárgolas en la superficie del corral antes de excavar y otra en una casa moderna (Figura 18). Es posible que las gárgolas fueron utilizadas para drenar el techo del adoratorio, pero como la mayoría son fracturadas es también posible que fueron reutilizadas en los muros. Cabe notar que no hay evidencia de techos sobre el patio o traspatio.
Artefactos fueron escasos en general dentro del recinto. Aparentemente el patio, traspatio y adoratorio fueron la escena de actividades limpias. Específicamente, no encontramos ni un artefacto que fue asociado seguramente con el pavimento.
Encontramos cuatro piezas de metal asociadas con los estratos tardíos. Ya hemos mencionado el fragmento de una olla de fierro esmaltado; este se encontró en la cima del muro inmediatemente detrás del supuesto lugar del idolo en el adoratono. En la entrada del recinto, en la esquina noroeste, encontramos un pedazo de cobre o bronce que tuvo la forma de una creciente y podría ha sido o un adorno para un tocado o la cabeza de un tupu. Afuera del recinto, pero cerca del muro este, encontramos unos 6 fragmentos pequeños (el más grande midió 1 x 0.9 cm)de una plancha curvada de cobre o bronce. También afuera del recinto pero cerca al muro este encontramos un pasador o prendedor de cobre o bronce que midió 12 cm de largo.
Un piruru fue encontrado en el pasadizo entrando al adoratorio. El piruru fue hecho de piedra arenisca y tuvo una forma plana con un diámetro de 3.5 cm, un espesor de 0.7 cm y un hueco con un diámetro de 0.7 cm.
En el patio dentro del nivel de los escombros de los muros encontramos un mortero roto. Por ser roto este mortero, como las dos piedras de moler encontrados encima del muro sur del patio, podría ha sido reutilizado en la construcción de los muros del recinto. Encontramos un mano o chungo en la ampliación sur. Lo que queremos enfatizar es que todas las piedras de moler que encontramos en los estratos tardíos podrían han sido redepositadas; no hay evidencia fidedigna que la actividad de moler alguna sustancia fue importante en el recinto o el área circumstante durante la fase tardia.
Lo mas interesante son los hallazgos que podrían ser asociados indudablemente con el momento en que fue destruido el santuario o, mas probablemente, inmediatamente después de la destrucción del santuario. Incluidos en esta categoría son varias ofrendas de Spondylus princeps (Figuras 9 y 10). Al parecer, todas las ofrendas de Spondylus fueron de valvas enteras sin modificaciones. En cada caso, las valvas fueron quemadas en el momento de hacer la ofrenda: encontramos pedazos de carbón debajo de las valvas y la quemadura fue restringida al área en que se encuentran las valvas. Junto con las valvas de Spondylus siempre encontramos unos cantos rodados puestos alrededor y debajo de las valvas. Por ser quemadas, las valvas fueron muy suaves, hasta convertirse fácilmente en polvo; la parte de la valva mas resistente es la bisagra y generalmente utilizamos las bisagras para estimar el numero de valvas presentes.
Encontramos una mínima de tres valvas inmediatamente afuera de la esquina noroeste del adoratorio. Dos de estas se encontraban sobre el lecho del canal oracular. El hecho de que el lecho del canal fue lleno de tierra es una indicación que la ofrenda fue hecha después de la destrucción del santuario (Figura 19). Otra valva se encontró justo al sur del origen del canal oracular. En la ampliación sur, pero siempre cerca al muro del recinto, encontramos una mínima de cinco valvas. Una mínima de ocho valvas se encontraron al este del traspatio, afuera del recinto pero siempre cerca del muro.
También encontramos unos ceramios completas o casí completas que podrían han sido ofrendas. Un cuenco del estilo Chimú Tardío se encontró dentro del lecho de la rama sur del canal oracular. Un aribalos del estilo Inca Provincial fue encontrado afuera del recinto pero cerca del muro sur. Un aribalos del estilo Chimú Inca fue encontrado afuera del recinto cerca de la esquina sureste. Los aribalos son pequeños (véase Figura 6), pero el cuenco es de un tamaño regular. Todos se encontraron fracturados pero con todos los tiestos presentes.