« Arqueología »
(...) Marca Huamachuco: Los chiles
Los mejores resultados obtenidos por las excavaciones practicadas por mí, fueron obtenidos en seis o siete días de trabajo realizado en el "Cerro Amaru" o Cerro de serpientes el que limita con el cerro de Marca Huamachuco, pero que mide de altura la mitad del otro. Está este cubierto con muchos vestigios de muros antiguos y el camino o sendero que conduce a Marca Huamachuco pasa por él. Tiene más o menos el siguiente perfil:
La cima se destaca sobre sus alrededores. No obstante esto, existen allí tres antiguos pozos cónicos llenos de agua todo el año, por lo menos a la mitad de su profundidad. Es en ellos donde se proveen de agua los indígenas que viven actualmente por allí y son afamados porque, según se dice, de ellos se han extraído a veces objetos de cobre y oro. Los tres pozos están a corta distancia uno del otro. La tierra próxima a uno de ellos es cultivada y en ella se encuentran granos de concha mezclada con la tierra a una distancia de 10 metros de dicho pozo, vestigios de antiguas paredes de piedra rodean a una especie de patio en el cual existe el pozo inmediatamente frente a uno de los muros. Cuando emprendí el estudio de este pozo, estaba lleno más o menos a la mitad de su altura.
Era difícil vaciar el agua, porque toda el agua que llenaba la tierra en sus contornos corría hacia él. Pero tras varios días de trabajo conseguimos nuestro objetivo y solo quedaba el lodo para extraer del fondo en cuya labor demoramos un día aproximadamente; vaciamos el pozo completamente hasta tocar su fondo rocoso. El lodo, que en un principio y aparentemente no contenía otra cosa que tierra y piedrezuelas, al ser lavado, se le encontró lleno de granos aperlados de piedra de color azul, verde y negro y pedazos grandes de concha (Spondylus pictorum). Las conchas últimas son las mismas que son tan comunes en las tumbas de la Costa, pero aparentemente raras en el interior. Su origen, según he podido ver en alguna otra oportunidad, es tropical, de los mares entre Panamá y La Plata (costa septentrional del Ecuador) y también pueden encontrarse en los mares del norte de California. Pero no existen en absoluto en las aguas peruanas.
La concha es de aquella conocida en los tiempos antiguos bajo el nombre de "mullu" (debe ser mullo, que quiere decir: avalorio o cuenta de vidrio) y tenía gran importancia con todo aquello que se relacionaba con ceremonias religiosas. En uno o dos días de trabajo recogimos, lavando el lodo, una gran cantidad de estas cuentas de piedra y concha, las que están en mi colección. Pero es sorprendente que no hayamos podido encontrar objetos de oro o cobre, hecho que viene a probar que no es cierto que se hayan encontrado antes prendas de los metales indicados; pues si esta afirmación fuera verídica, nosotros que hicimos un trabajo completo y secamos el agua totalmente en el pozo, como nadie pudo hacerlo antes, habríamos encontrado los mismos objetos. Después de tomar en cuenta todas las circunstancias ya indicadas, tuve que llegar a la conclusión de que este pozo había sido en la antigüedad motivo de veneración, razón por la que cuentas y adornos habían sido arrojados dentro de él; y esta adoración puede compararse con la de los montes, fuentes, cascadas, etc. que aún se observa en algunas partes del Sur del Perú, en las serranías.
He visto en el interior de Bolivia que aún ofrecen a las divinidades de los pozos pequeños vasos de vino, chicha y otros licores. Estas gentes aún creen que la divinidad de un pozo era "Pachamama" que vivía dentro de él. A 15 metros de distancia del pozo había aún una escultura de piedra (la de mi caja No. 31), aunque un poco deteriorada por la acción del clima, que mostraba claramente una boca con dientes y colmillos, ojos, nariz, etc, y era evidente que representaba la cabeza de un animal salvaje mitológico.
El dibujo del grabado era idéntico al de una piedra que yo había visto antes guardada en una de las casas particulares de Huamachuco, aunque la proporción de ambos era un poco diferente. Y en efecto, me informó la propietaria del terreno, una mujer de más de 80 años, que había existido allí 3 de estas piedras, las que habían sido los "guardianes" de los 3 pozos ochiles como se les llama allí. Una de dichas piedras había sido llevada a un lugar desconocido, la segunda era la que estaba en la casa aludida, y la tercera era la que aún estaba allí cuando yo estudiaba el contenido de uno de los pozos. De esto puede deducirse que las tres esculturas de piedra tenían alguna relación con los pozos representando tal vez imágenes de las divinidades veneradas en los pozos. La segunda piedra, conservada a la razón en Huamachuco, había sido tomada cuando la anciana ya era propietaria de las tierras desde hacia tiempo.
Si todo esto es cierto, el Sr. Charles Wiener está equivocado, al afirmar que la piedra guardada en Huamachuco existe en el cerro Marca Huamachuco y para localizarla allí, hizo el dibujo de un gran patio de forma oblonga en su plano de Marca Huamachuco, donde dice haber visto la piedra, siendo el caso que no hay el menor vestigio de la existencia de tal patio en el cerro Marca Huamachuco. Al salir de Huamachuco compré la segunda piedra, la que está mejor conservada, en cierto modo, la que mencioné primero, aún cuando es más pequeña. Pero el hombre que debía traerla a la Costa la dejó no lejos de Huamachuco, cerca del camino, pues temía, como todo indio, caminar con tan horrible piedra de los antiguos gentiles, por el vasto desierto de la cordillera. Por supuesto, cuando supe en Trujillo lo que había ocurrido, hice lo que pude para recuperar la piedra y espero tener éxito en mi afán.
No parece ser evidente que el nombre del Cerro Amaru ("serpiente") se derivaba de la existencia de las tres esculturas de piedra, de las que tendré probablemente el agrado de asegurar la posesión de dos para el museo de California. Por otro lado, las esculturas de piedra tienen valor para su edad. Pues el estilo y los detalles especiales de los adornos prueban que datan de un período que sucedió inmediatamente al período más antiguo de la civilización peruana caracterizada por los monumentos de piedra del Tiahuanaco.
Página Anterior
Página Siguiente