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Sitios Arqueológicos de Huamachuco
CERRO HUACHAC
Cerro Huachac se ubica en el extremo de un filo sobremirando el río
Yamobamba. Como cuenta con montículos artificiales y carece de evidencia de
ocupación doméstica, probablemente fue un sitio ritual. Sin embargo, también
tiene una muralla y trinchera con aspectos defensivos.
Hay cerámica que puede fechar al Período Inicial (1200 a.C.) y puntas de
pizarra pulidas que son parecidas a hallazgos de la cultura Salinar (400 a.
C.) en la costa.
CERRO CAMPANA ESTE
Cerro Campana Este, que fecha aproximadamente entre 400 y 0 a. C., sobremira
a la laguna Sausagocha. Fue una aldea con espacios domésticos, una plaza
pública, y dos edificios cuadrados con esquinas redondeadas que podrían
haber sido templos. Muchos sitios tempranos se encuentran cerca de lagunas o
áreas pantanosas, lo cual sugiera que recursos acuáticas, como patos, peces,
y totora, fueron importantes en su economía.
CERRO CAMPANA OESTE
Cerro Campana Oeste (0 - 600 d. C.) también sobremira la laguna Sausagocha.
Una parte del sitio es doméstico, con habitaciones en hileras rodeando la
cima de un cerro. Esta configuración de habitaciones domésticas es una
característica de la zona de Huamachuco pero rara en otras partes del Perú.
La otra parte del sitio muestra un recinto cuadrado conformado por cuartos
rectangulares encerrando un patio. La calidad de la mampostería, el tamaño
de las ambientes, y la presencia de cerámica importada sugiere que este
sector fue casa de un curaca (líder de un ayllu) ú otro espacio especial
para la comunidad.
CERRO AMARU
Cerro Amaru es famoso para sus chiles, pozos de agua permanentes que nunca
se secan durante el transcurso del año. Fueron un objeto de culto, como nos
muestran los millares de chaquiras que fueron tiradas a los chiles como
ofrendas. Más aun, también se encuentran como ofrendas en los chiles placas
labradas de la concha marina, Spondylus princeps. Esta concha proviene del
mar ecuatoriano y siempre fue la ofrenda más estimada a lagunas,
manantiales, y ríos para atraer el agua en forma de lluvias.
Los chiles son construcciones artificiales. En el siglo cuarto los
constructores rodearon la cima del cerro con muros anchos rellenados con
barro compacta para servir como una represa de las lluvias. Esta represa fue
llenada con tierra suelta y los chiles construidos en esta matriz.
El linaje que controlaba los chiles, un lugar sagrado del culto al agua,
gozaba de la riqueza traída por los peregrinos de tierras muy lejanas,
quienes se acercaban a los chiles para hacer sus ofrendas.
VIRACOCHAPAMPA
Viracochapampa demuestra la estrecha relación entre la cultura Huari, con su
sede principal en las afueras de Ayacucho, y Huamachuco.
La mampostería y la planificación de Viracochapampa representan un estilo
arquitectónico ajeno de la zona de Huamachuco, semejantes a sitios con
afiliación Huari tan lejanos como Pikillacta cerca de Cusco. Pero los
edificios, galerías de dos plantas y galpones nichados, son netamente de la
tradición arquitectónica huamachuquina.
Viracochapampa fue construido alrededor de 650 d. C., durante la época de
mayor contacto con Huari demostrado por los artefactos de Cerro Amaru.
Probablemente fue destinada a reemplazar Marcahuamachuco como el enfoque del
culto a los ancestros, y se encuentra restos humanos dentro de sus galpones
nichados. Pero la construcción de Viracochapampa nunca fue terminada y la
ocupación de Marcahuamachuco siguió sin interrupción.
Sin embargo, la interacción entre las dos culturas fue importante para la
prehistoria del Perú. Huari adoptó las formas arquitectónicas de Huamachuco
y los difundía por el largo de los andes. Siglos después los Incas, con el
modelo de Pikillacta en plena vista, adoptaron parte de la herencia
arquitectónica huamachuquina. Aunque no construían edificios de dos plantas,
los Incas sí construían edificios al patrón de los galpones nichados,
llamados por ellos kallankas, que tenían una función distinta a los galpones
nichados de la época de florescencia de Huamachuco.
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