La estructura más grande es el Cerro El Castillo. Un plano detallado de éste se muestra en la fig. 9. El estilo encorvado de los muros exteriores de este intrincado complejo de cuartos y corredores, lo distingue al punto de las otras estructuras del mismo Cerro El Castillo. Carece, sin embargo de semejanza estrecha con las fortalezas redondeadas del Cerro Las Monjas, y creo que es imposible estar seguros en términos arquitectónicos, de ser o una copia de los llamados "conventos" o que tenga un estilo propio. En el primer caso, se ha empleado una elevación como base de la estructura; en el segundo, el nivel principal interior de El Castillo ha sido construido artificialmente, como pude comprobarse por una serie de excavaciones hechas en distintos sitios de esta antigua ciudadela.
El punto más elevado de toda la estructura se indica en fig. 9. Esta área elevada ha sido muy destruida, en parte por una excavación enorme hecha en la cima. El examen efectuado de los lados de esta vieja excavación me convencieron de que aunque parte de los materiales son despojos recientes, otra parte representa un relleno artificial dentro de una serie de paredes. Se necesitaría hacer una extensa excavación y limpieza para determinar las características precisas de las estructuras que una vez cubrieron esta elevación interior. El área elevada está situada aproximadamente a 3 m. sobre lo que considero el nivel general de ocupación dentro de la principal pared curva del edificio el cual, incidentalmente, sugiere enfáticamente la conservación de una fortaleza medieval.
Tres excavaciones se hicieron en el Castillo. Estas se indican en fig.9 se limpió la vegetación en la mitad del área, y limpiezas menores de llevaron a cabo para determinar el curso exacto de las galerías y pasadizos. Mucha destrucción se ha llevado a efecto, parte de la cual es el empleo que nuevamente se ha hecho de las construcciones. Por ejemplo, la Excavación 2 se hizo dentro de una casa de dos cuartos con una puerta de conexión interior. Las paredes de esta casa fueron construidas con ripio pero eran delgadas comparadas con las enormes paredes que forman la principal armazón de El Castillo propiamente dicho. Mi examen en este punto probó que por lo menos dos periodos de construcción son representados. El primero está representado por los pesados y enormes muros y en muchos casos éstos han sido reparados y reforzados con machones construidos contra ellos, a fin de sostener secciones que se habían debilitado. El segundo periodo principal en construcción está representado por las pequeñas y delgadas paredes de menos de 1 m. de ancho, la mayor parte de las cuales ahora no alcanzan gran altura.
Las láminas 10.b y ll.b, muestran algunos de los detalles de construcción dentro de El Castillo. Las hileras de salidizos son características generales de series más antiguas de muros. A menudo se encuentran en los raros exteriores de las paredes donde no hay lados opuestos; por consiguiente cualquier conjetura relativa al uso de los salidizos como soportes de vigas para pisos, no tiene mucho fundamento. Es muy probable que en ciertos ejemplares, como en la fig. 9 (véase lamina ll.b) meramente llenan un fin decorativo .
Otro aspecto interesante se muestra en fig. 9, por el "hueco" grande implicado en el plano de El Castillo. La creencia corriente por los alrededores de Marca Huamachuco es que este hueco es el comienzo de un camino subterráneo que venía de Cajamarca. No intenté hacer excavación alguna en este hueco (túnel), pero hice limpieza de vegetación y descendí hasta él. Tiene una profundidad aproximada de tres metros, y el examen que hice de los costados de esta cavidad, me dio el convencimiento de que esta sección del Castillo estaba compuesta en su mayor parte por rellenos artificiales en su forma actual, el hueco corta a través e interrumpe los cimientos de la pared mostrada en b en fig. 9. Mi opinión es que la versión sobre el camino que se inicia en el hueco que se dirige a Cajamarca, carece de fundamento.
Es probable, sin embargo, que desplomes y caída de rocas hayan obstruido un pasadizo que pudo haber existido. La única evidencia fue el resto de los peones que trabajaron conmigo, de que el hueco ha sido mucho más profundo que ahora los subterráneos o pasadizos construidos dentro de la estructura, si parten en el gran templo de Chavín. Y la construcción de un pasadizo subterráneo que sirviera de entrada o salida al Castillo, no era, cosa difícil realizar, por parte de los ingeniosos constructores de este pueblo, que ha sido el único sitio de entrada o salida, me parece improbable, pero quedó en pie el hecho que no he podido constatar la existencia de una puerta de entrada o salida en ninguna de las secciones de la pared exterior de la fortaleza.
El problema puede eslabonarse en parte con otro que se relaciona con el descubrimiento de lo que pudo haber sido el muro frontal o del lado N de El Castillo. Desde el muro marcado en c en fig. 9 hasta los fragmentos del muro enterrado en d, hay una pendiente cubierta en la actualidad de vegetación, grandes y pequeños bloques de piedras caídas. Hay muy pocos rastros de tales como la indicada en e, pero ninguno de estos son del tamaño o grosor, que pudieran indicar que formaban extensiones del muro principal menor. Limpiezas se hicieron, y están indicadas como Excavación A y Excavación B en la fig. 9, a fin de poder seguir el rastro de la posible continuación del muro principal. El muro presentaba la apariencia de haber sido roto, destrozado y mi esperanza era poder encontrar su hilada más baja intacta al avance de modo que, la línea frontal de la fortaleza pudiera ser descubierta. En ninguna de las dos excavaciones pude encontrar datos satisfechos, He señalado lo que considero ser el muro de la línea frontal del Castillo, pero otro muro que también puede ser dicha línea, corre paralelo al que se indica en c, pero a 2 ó 3 metros más adelante que éste.
Los muros exteriormente en fig. 9 son bastante altos y no deja de ser probable que la cara N del Castillo era vertical. En f la altura actual desde el suelo es de 9 m. Cuanto le falta es difícil determinar; quizás otro metro.
La tercera limpieza se hizo en el punto marcado excavación C en fig.9. El muro está muy destruido en este punto y una inspección preliminar me llevó a creer que ha existido una entrada al angosto pasadizo en h, pero no encontre indicios de entrada alguna. La limpieza efectuada en excavación C, sólo confirmó el hecho de que el muro tenia una curva cerrada y empalma en la pared lateral de la larga galería en j.
Las disposiciones internas del Castillo parecen haber consistido esencialmente en un número de galerías paralelas o casi paralelas. En sitios en que sus gruesas paredes se elevan a considerable altura, aún pueden observarse rasgos de una a tres hiladas, en distintos niveles de salidizos, y en estos sitios es posible que vigas de longitud necesaria hayan sido colocadas de muro a muro. En algunas de las galerías no se necesitaron sino troncos de árboles de 5 a 3 m. Los nichos son raros en la serie de muros originales del Castillo uno o dos ejemplares me parecieron, dudosos, ya que podría ser el resultado de piedras individuales caídas al suelo por causas diversas.
Conjuntos marcados en k en fig. 9 indicaría la plaza pequeña y el pasadizo que la conduce desde el lado N E . Ellos están situados por lo menos a 3 m del nivel general del Castillo. El camino del pasadizo corre entre el alto muro E del Castillo propiamente dicho y los muros que delimitan una serie de construcciones, que en parte forman una especie de anexo del Castillo y en parte conectan con la Gran Plaza: La esquina occidental de la plaza pequeña tiene una serie de plataformas como terrazas, que se levantan hacia el O , pero lo principal, los bordes O y S O de la Plaza están delimitadas por la galerías en j y en 1. Hay 3 ventanas pequeñas en f que atraviesan una pared exterior (lámina l1; e) 15. Esta es una rara e inusitada característica de Marca Huamachuco. Los salidizos exteriores sobre las ventanas han desaparecido casi totalmente.
Una entrada grande y bien construida nos conduce del lado S O de la plaza pequeña lo que a primera vista parece haber sido un pasadizo, pero que en realidad es otra angosta galería. El dintel de esta entrada ha desaparecido y hay una construcción posterior en el sitio que se trató de obstruir. Hicimos una excavación y limpieza aquí, la que se indica en fig. 9 como Excavación 4. En puntos marcados m en fig. 9 hay dos cuartos conectados o grandes espacios cercados. Hay un pasadizo largo y angosto en n, que nos conduce fuera de un patio de entrada cuadrangular en o. Tanto el pasadizo como el patio de entrada tienen dos juegos de hileras de salidizos en la superficie de los muros. El pasadizo ha sido obstruido en época posterior por medio de paredes delgadas de 3 m. de altura. El pasadizo no se conecta con la Plaza Pequeña ni con el Castillo, sino con un lugar cercado (p) que es parte de la serie de construcciones que delimitaron la Plaza Grande. A lo largo del lado S de este lugar cercado (p) hay una curiosa construcción que parece gradería, que evidentemente ha sido un machón o refuerzo contra el muro extremo de la larga galería en q. En esta conexión, vale la pena hacer notar que este refuerzo (r) contenía varios bloques de lava cuadrados, nítidamente cortados.
La galería en q en fig. 9 es sumamente interesante porqué su construcción es relativamente sencilla. Carece de hileras de salidizos horizontales y nichos, y no tiene ahora ninguna entrada que pueda descubrirse. Contenía sin embargo, una serie de entierros dentro del cuerpo mismo del muro. Las paredes del O y del E exhiben en la actualidad diez cavidades enormes causadas por los que se dedican a robar de las tumbas. Los huecos y los despojos ocasionados por sus excavaciones contienen fragmentos de esqueletos y cráneos humanos. Los entierros parecen haber estado colocados de 1 a 1.5 m. sobre el nivel del piso original del edificio y a una distancia unos de otros de 0 á 2.5 m. Más de un cuerpo pudo haber sido colocado en cada tumba; Uhle abrió algunas tumbas de este tipo; su característica general se muestra en lámina 13, a. Las describe como tumbas que contenían de dos a ocho esqueletos, pero dice que no encontró ningún objeto de importancia; sus colecciones confirman lo dicho.