Max Uhle es considerado por la gran mayoría como el Padre de la Arqueología Peruana cuyo reconocimiento no se debe al resultado de ser el primero, o incluso el mejor arqueólogo que trabajara en el Perú, sino al hecho que pudo desarrollar la sucesión de cuatro fases cronológicas establecidas para el Perú, que en aquel momento, era lo más avanzado para cualquier área del Nuevo Mundo. La categoría en sus estudios dio la consonancia que ésta ciencia requería. En aquella época en que sobresalían anticuarios buscadores de tesoros y de quienes admiraban de una u otra manera la obra del pasado.
Pero la sucesión cronológica de Uhle estaba basada en el estudio de colecciones del Museo en Alemania, así como las colecciones obtenidas en Bolivia y Perú. Sus fases de sucesión cronológica estaba principalmente definida por aspectos como la alfarería llamada Inca y la que definiera como Tiahuanaco.
Supo según las crónicas españolas, que el desarrollo Inca pertenecía a un período tardío. Reconoció varios estilos de alfarería que relacionó al estilo de Tiahuanaco de la región montañosa de Bolivia.
En las excavaciones en Pachacamac, en 1896-1897, pudo mostrar que el estilo llamado Tiahuanacoide (ahora llamado "estilos de Huari"), cuya alfarería hallada en tumbas estratificadas, se encontraban por debajo de las tumbas que tenían cerámica inca.
Mostró claramente que el estilo Tiahuanaco era más temprano que el desarrollo Inca. Denominó un tercer estilo, el cual encontró varias veces en tumbas con la alfarería Inca, pero nunca ocurrió en las tumbas con la cerámica de Tiahuanaco, definiendo así tres fases: Tiahuanaco, post-Tiahuanaco, e Inca.
En las excavaciones realizadas en Moche, cerca de Trujillo, en 1899-1900, pudo mostrar que la alfarería Moche era el pre-Tiahuanaco, permitiéndole manejar una cuarta sucesión de la fase.