La tumba encontrada en San José de Moro por Cristopher B. Donnan y Luis Jaime
Castillo B. han permitido descifrar aspectos de la composición ideológica Moche.
Respondiendo a muchas de las interrogantes que se encontraban representadas en
las diversas muestras iconográficas; llegándose a la conclusión, que eran
realidades de eventos ceremoniales donde la élite gubernamental de la sociedad
Moche; personificaron a sacerdotes y divinidades. San José de Moro se encuentra ubicada en el valle del Jequetepeque en la parte
norte de Perú, el lugar tiene una filiación cultural que está identificada a la
cultura Moche, la cual tiene una larga trayectoria ocupacional. Lamentablemente
la zona ha sido saqueada en su totalidad, siendo esto ignorado por las
autoridades del lugar; quedando a disposición de los huaqueros y comerciantes de
antigüedades. Los arqueólogos Cristopher y Castillo, en sus investigaciones arqueológicas del
lugar, detallaron los hallazgos encontrados de tal manera; que una de las tres
tumbas encontradas en 1991, reportan lo siguiente:
La tumba era aproximadamente de 5 metros de largo por 3.5 metros de ancho, y
estaba formada por paredes de adobe, en las que habían espacios para nichos,
seis en las paredes laterales y cuatro en la pared sur hacia donde apuntaba
la cabeza de la mujer. En estos nichos se encontraban piezas de cerámica y
partes de camélidos".
Ellos encontraron "claras evidencias que los moche estaban envueltos en intercambíos de productos a larga distancia y que su élite invertía un gran esfuerzo para obtener materiales exóticos y productos preciosos", tal es así que manifestaron: "encontramos tres finos ceramios de claro origen foráneo".
Entre estos describen un plato de estilo Cajamarca, traído a San José de Moro desde la sierra norte tambíen dos finas botellas de estilo Nievería, un tipo de cerámica que se fabricaba en el valle del Rimac en la costa Central del Perú, sobre las manos de la mujer y el pecho se describe que había conchas de Spondylus traídas desde el Ecuador, alrededor del cuello había cuentas cilindricas de lapislázuli traídas desde Chile.
En la iconografia moche se identifica a un peculiar personaje con el cabello trenzado sobre el pecho, teniendo un atuendo singular por la cual fué identificado. Sumándose otros elementos qué llevó a los investigadores a sostener dichas hipótesis debido a elementos encontrados similares a las muestras iconográficas; como la copa de sacrificios y otros.