La destrucción, saqueo y tráfico de bienes arqueológicos es un tema en la que las autoridades e instituciones se limitan a explicar que la "huaquería" de los monumentos prehispánicos es un fenómeno producto de la "falta de identidad"; y la relacionan como secuela de la "crisis económica".
Indudablemente cuando uno visita algunos sitios arqueológicos, se da cuenta y en algunas ocasiones corre el riesgo de ser agredido por personas inescrupulosas que día a día continuan depredando, destruyendo y de esta manera usufructuando del patrimonio arqueológico del Perú, "buscan el mismo oro que cegó a los conquistadores españoles".
Desde hace 500 años que la depredación continúa, siendo el saqueo una modalidad de vida; tornandose más compleja, obedeciendo a la oferta y la demanda. Indudablemente dentro de esta peculiar forma de vida el último eslabon de la cadena es el campesino, quien es motivado económicamente a saquear yacimientos arqueológicos.
El tráfico de especies patrimoniales envuelve a personas de diversos niveles profesionales y no profesionales, de diversos status sociales, tornandose conformandose en organizaciones ilegales dedicadas a saquear, distribuir e intermediarios los cuales sacan al exterior los especimenes. En nuestro medio podemos ver como se venden al menudeo los inofensivos collares de chaquiras los cuales se ofertan en el mercado negro.
Sipán fué un claro ejemplo de la depredación masiva, actualmente el robo en las iglesias, es una noticia sorda en nuestro medio perdiendiose pinturas, objetos coloniales, esculturas y cuanto cosa antigua sea visto con fines lucrativos. Todo hace pensar afirmativamente que hay organizaciones dedicadas a esta actividad no solo se limitan al tráfico de especimenes, sino que tambien han colocado en su mira a museos, los cuales son afectados por asaltos y robo de piezas únicas como lo fué el robo de hace algunos años en el museo de sitio de Huaca "Arco Iris", el museo de Sitio de Chan Chan y otros en diversas latitudes de Perú.
La conservación del patrimonio Cultural en nuestro medio requiere de mayor cuidado y la urgente creación de una conciencia de identidad con nuestro pasado. Muchos sitios arqueológicos diariamente vienen siendo saqueados; los esfuerzos de investigadores y arqueológos son minusculos ante el galopante saqueo de nuestras riquezas.
Estas páginas fueron creadas para demostrar y conocer más de cerca la importancia de nuestro acervo cultural e incentivar su preservación, de identificarnos con nuestra herencia milenaria, orgullo que pocos pueblos lo tienen. La concientización debe inciarse en el hogar, en las aulas donde se imparte la formación educativa y en todos sus niveles.
Para vializar ello se requiere un efectivo sistema de protección de los múltiples yacimientos arqueológicos; urge establecer normas legales, eficientes y concisas que estén identificadas con nuestra herencia cultural. La ley 24047, contiene incongruencias y contradicciones lo cual sigue permitiendo el proceso de deterioro.