« Arqueología »


SALA :
CUPISNIQUE Y SALINAR
LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES


Relieve Cupisnique A partir del segundo milenio antes de nuestra era, la sociedad andina alcanzó un alto grado de desarrollo, afirmándose plenamente la economía agrícola basada en la irrigación, lo que permitió un rápido aumento en la producción de alimentos y el crecimiento de la población .

En aquel tiempo se incorporaron nuevos productos agrícolas, como la yuca, camote, maní y ganaderos como la llama y el cuy.

Entre 1800 y 500 a.C. se describe una dinámica sin precedentes. El perfeccionamiento de la economía agraria generó excedentes que permitieron la proliferación de los centros ceremoniales, formándose nuevas aldeas a su alrededor, donde se congregaron poblaciones dedicadas a actividades distintas de la agricultura.

Esto posibilitó un notable progreso tecnológico y artístico de las manifestaciones artesanales, haciendo su aparición la cerámica e introduciéndose el uso del telar en la producción de tejidos, lo que mejoró notablemente la cálidad de vida de estos pueblos.

Se distinguen dos etapas. El periodo inicial, representando en la costa norte por la cultura Cupisnique, que corresponde a un conjunto de estilos y culturas regionales y el horizonte temprano, que tuvo en Chavín de Huantar el principal centro de cultura que extendió su influencia por gran parte del territorio de los Andes Centrales alrededor de 800 a.C.

LA CULTURA CUPISNIQUE

Entre 1500 y 500 a.C, en el área comprendida entre los valles de Santa y Lambayeque, se desarrolló la cultura Cupisnique, predecesora de Chavín. Su nombre se debe a Rafael Larco Hoyle, quien a principios de siglo halló fragmentos de cerámica monocroma e incisa en la localidad de cupisnique y posteriormente excavó los cementerios prehispánicos de Palenque, Barbacoa y Sausal en el valle Chicama, lo que le permitió luego elaborar la primera secuencia de esta cultura.


Botella Cupisnique

Sus antecedentes se encuentran tanto en la costa como en las cabeceras de los valles costeño. A esta época corresponde un estilo de cerámica conocido como Guañape, que se remota a 1800 a.C., fecha promedio para la aparición de la cerámica.

Las formas mas características de la cerámica Cupisnique son las botellas globulares con cuellos alargados, ollas y jarras. Durante esta época aparecen las botellas de asa estribo y pico con reborde pronunciado. Se caracteriza por ser de color negro, marrón oscuro o rojo y tener la superficie alisada o finamente pulida, aunque existen tambien vasijas decoración policroma, con representaciones escultóricas, incisas o pintadas que muestran dioses y hombres, plantas y animales.

Las primeras evidencias de metalurgía del norte del perú corresponden a esta época. Si bien el oro fue el único metal trabajado, la tecnología fue bastante sofisticada. Además fueron maestros en la talla de piedra, huesos y conchas de caracoles exóticos.

TEMPLOS Y DIOSES

Esta fue una época de gran auge para las construcciones monumentales. Son tres las principales tradiciones en arquitectura ceremonial Cupisnique: las plataformas rectangulares bajas con recintos en la parte superior y patios delanteros, los edificios con planta en forma de U y las plataformas con patios circulares hundidos .

En el valle de moche el sitio Cupisnique más importante es caballo muerto, localizado a 25 Km. del océano pacífico. Se trata de un complejo de ocho grandes edificios de piedra y barro, entre los que destaca Huaca de los Reyes que corresponde a un conjunto en, definido por la sucesión de patios y plataformas abiertas hacia el este, que se comunican por medio de escalinatas. Durante los seis siglos que duró su ocupación, el complejo creció hasta alcanzar sus dimensiones actuales de 200 por 200 m.

La fachada de la plataforma central fue decorada con seis grandes nichos cada uno con la representación de una enorme cabeza de felino modelada en relieve, enlucida y pintada. Las plataformas laterales, que delimitan un espacioso patio frente a la plataforma central, presentan columnatas con pilastras de sección cuadrangular, decortadas con frisos que representan figuras humanas con atributos de animales, probablemente divinidades del panteon Cupisnique.

Un aspecto novedoso en la construcción de estos edificios fue la utilización, además de piedra, de adobes modelados de variadas formas, entre los que predominan los adobes cónicos. Los muros fueron generalmente enlucidos con barro fino y pintados de vivos colores.

LA CULTURA SALINAR

Entre el siglo V a.C. y principios de nuestra era, se desarrolló en la costa norte la cultura Salinar, identificada por Rafael Larco Hoyle en 1941, en Pampas de Jaguey, en la parte alta del valle de Chicama. A partir del estudio de los conjuntos funerarios postuló que Salinar marcaría la transición entre Cupisnique y el advenimiento de la cultura Moche.


Vaso Salinar

Durante esta época se ampliaron los sistemas de irrigación aumentado significativamente el área agrícola. Los asentamientos fueron generalmente pequeños y aislados, pero hay sitios de proporciones urbanas, como Cerro Arena en el valle de Moche, un extenso sitio con cerca de 2000 estructuras de piedra distribuidas sobre una superficie de 2 Km2, donde existen zonas de habitación, centros ceremoniales y administrativos. Otros asentamientos se encuentran en Cerro Blanco y Pampa Cacique en el mismo valle, Puerto Morin y Cerro Bitín en Virú, valle donde se ha identificado la mayor concentración de asentamientos Salinar. Chankillo en el valle de Casma, constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar de la época.

Las formas más frecuentes en la céramica son las botellas de esa estribo, con doble pico y asa puente, ollas con cuello y jarras cilíndricas. La decoración que todavía muestra varios rasgos de Cupisnique, incluye representaciones escultóricas modeladas, incisas o pintadas, frecuentemente de color blanco sobre la superficie predominantemente rojas de las vasijas. En ellas aparecen figuras geométricas, humanas y de animales.

Los Salinar conocieron además el cobre y fueron los primeros en utilizar la aleación de este metal con el oro.

LA CULTURA GALLINAZO

Esta cultura se desarrolló entre 200 a.C. y 200 d.C. entre los valles de La Leche y Santa. Esta época se caracterizó por un significativo aumento de la población, la expansión de los sistemas de irrigación y el incremento de la centralización del poder político.

El poder Gallinazo se centralizó en el valle de Virú en el sitio hoy conocido con el nombre de Grupo Gallinazo, un núcleo de edificios religiosos y administrativos rodeados de un gran número de viviendas que cubren en total un área de aproximadamente 5Km 2. Durante este tiempo surgieron también una serie de edificios religiosos construidos en las partes altas de colinas o promontorios rocosos, razón por la que fueron calificados como "castillos" o fortificaciones.

La cerámica Gallinazo es por general de color rojo y fue decorada con incisiones y pintura blanca, pero la principal técnica decorativa fue el negativo o aplicación resistente de pigmento negro orgánico. Las principales formas incluyen vasijas con asa estribo, botellas con una figura modelada y pico unidos con asa puente, ollas con cuello y varias formas de jarras, así como grandes urnas.

En metalurgia, los artesanos Gallinazo continuaron practicando las técnicas previamente conocidas en la costa norte. Sin embargo se incrementó el uso del cobre y el dorado de objetos hechos con aleación de cobre y oro comenzó durante esta época.

Al mismo tiempo que crecía y se desarrollaba la capital Gallinazo en Virú, en el valle de Moche, unos 25 Kilómetros al norte, iba tomando forma una potencial rival, los Moche, que alrededor del siglo II d.C. sometieron y marcaron así el fin de la cultura Gallinazo.




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