El proyecto arqueológico Huamachuco inicio investigaciones en junio de 1981 y luego de ocho temporadas se concluyo la primera etapa de su programa de estudios.
El fin de esta primera etapa de investigación fue la elaboración de un esquema general de la prehistoria de Huamachuco y la correlación de la arqueología de esta zona con otras regiones del Perú más conocidas. Para realizar estos fines, en las primeras, el énfasis del Proyecto temporadas fue el reconocimiento de los restos superficiales y pruebas limitadas en varios sitios arqueológicos, en vez de excavaciones mayores en un solo lugar. El reconocimiento en Huamachuco nos ha proveído con datos de tres tipos. La información más segura procede de tres transectos que representan una muestra de zona de alta, media y de baja elevación (Mc Greevey 1984, Shaughnessy 1983).
Además de este estudio intensivo, el Proyecto realizó un programa de reconocimiento no sistemático para reubicar unos 80 lugares reportados antes por John Thacher (1972); durante esta fase de exploración identifica 97 sitios adicionales, el total de 177 lugares permite la interpretación preliminar de los patrones de asentamiento y utilización del ambiente y recursos de la zona desde el Periodo Inicial hasta la conquista española (Topic y Topic en prensa; Horne 1989). aumentando el reconocimiento arqueológico.
El tercer nivel de datos refiere acerca de superficies derivados del reconocimiento realizado en sitios escogidos fuera de la zona inmediata de Huamachuco. La mayoría de este prospección se realizó entre 1977 y 1980 en la vertiente occidental de la sierra adyacente a los valles de Chicama, Moche y Virú, con visitas realizadas recientemente a sitios en las afueras de Cajamarca y Unigambal. Este reconocimiento nos permite, de manera preliminar, integrar la prehistoria de Huamachuco con la región más grande que constituía la provincia incaica de Huamachuco.
Además del reconocimiento intensivo y extensivo, una serie de excavaciones probó 14 sitios en la zona de Huamachuco y 5 en la vertiente occidental. Aunque la mayoría de los cortes fueron de tamaño modesto, ubicados en sitios grandes y complicados, nos ayudan mucho a entender la posición cronológica y la función de los lugares. En los últimos años del Proyecto el énfasis ha sido más en excavaciones, debido a la situación política en la zona. Los métodos tradicionales han sido utilizados para el análisis de artefactos y materiales orgánicos. Además hicimos análisis más detallados de fitolitos procedentes de contextos asociados con almacenaje (Chiswell 1984, 1986), de la composición de arcillas y vasijas caolinas (Czwarno 1983,1985), y secciones delgadas de cerámicas utilitaria (MacIntyre 1986). Excavaciones en estructuras monumentales fueron complementadas por los estudios arquitectónicos realizados por Dr. Stanley Loten (Loten 1987).
Las conclusiones que presentamos aquí son preliminares, algunas más especulativas que otras. Por medio del reconocimiento, excavaciones y estudios arquitectónicos ya hechos, la prehistoria de la zona de Huamachuco es mucho mejor conocida que antes. Pero la cantidad de detalles disponibles para problemas, sitios y zonas específicas es muy desigual. El análisis de los datos sigue, y en este articulo presentamos un resumen preliminar de la prehistoria Huamachuquina, y una consideración de los problemas sobresalientes que necesitan más estudio.
Dividimos esta presentación en tres partes: las fases tempranas antes del florecimiento de Marcahuamachuco, las fases medias que corresponden a los siglos en que la influencia de Marcahuamachuco fue más extensiva, y las fases tardías que corresponden a la decadencia del sitio.
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