Su extensión fue de 400 hectáreas y una población aproximada de 50 mil
residentes. La superpoblación de la ciudad, el abandono del campo y quizás una
sequía origino la carencia de productos alimenticios que por un corto tiempo
debió solucionarse mediante el intercambio de artesanías por productos agrícolas
hasta que fue insuficiente y optaron por la conquista por medio de la guerra,
ósea por la explotación de las colonias conquistadas, esto debió ocurrir entre
los años 800 dc. al 1200 dc.; llegando a constituir su imperio que abarco desde
Cajamarca y Lambayeque hasta Sicuani y el norte de Arequipa. Los tributos se
hicieron posible al mantenimiento de las grandes ciudades fundadas como colonias
y crearon al mismo tiempo un intercambio de productos e ideas similares a lo
largo y ancho de los andes centrales. Las ciudades debieron seguir creciendo y su mantenimiento dependiendo de los
tributos de otros pueblos, este crecimiento les permitió independizarse y
conformar Reinos y Señoríos. Así se inicia la descomposición del imperio Wari.
Aún no esta claro si la influencia Wari, en gran parte del actual territorio
peruano se logro con la conquista por medio de la guerra o con una influencia
pacífica. La falta de estudios que profundicen mas sobre el fenómeno wari aun es latente
tal es así que aun hay mucho por verificar la facilidad con que se desplazo su
influencia quedando mucho por plantar estudios comprobatorios que verifiquen
estas si bien es cierto que el establecimiento de una cronología detallada para
la alfarería de la primera mitad del horizonte Medio en distintas áreas del Perú
ha hecho posible algunas inferencias preliminares sobre lo que pudo haber
sucedido en este complejo período. La evidencia es, sin embargo, aún
fragmentaria y es obvio que nueva información nos obligará necesariamente a
cambios drásticos en la reconstrucción. Pero un resumen de las implicaciones
aparentes de lo que ahora conocemos, puede al menos llamar la atención a
importantes problemas que claman por estas investigaciones.
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