Se extendió desde el departamento de Amazonas, hasta las serranías de la
Libertad y el norte de Ancash; su centro de mayor influencia y desarrollo fue el
valle interandino de Cajamarca. Su cerámica se caracteriza por haber sido
elaborada con arcilla blanca llamada también caolín, para el pintado de las
vasijas utilizaron pinceles finos con los que trazaron líneas y figuras
geométricas, motivos zoomorfos estilizados, generalmente el pintado lo
realizaban divididos por sectores, se ornamentaron muy escasamente con
aplicaciones. El pintado lo realizaba directamente sobre la superficie de la
vasija, los tonos decorativos van desde colores muy claros como el rojo y
anaranjado hasta los muy oscuros como el marrón. Las descripciones de Duccio Bonavia manifiesta: "En Cajamarca IV aparecen las
copas trípodes y es cuando se nota mayormente la influencia Huari. La forma
trípode es ajena al área andina central y su presencia a partir de ese momento
en otras partes del territorio es por difusión desde Cajamarca.(1991)". A partir de la decoración se ha podido determinar dos momentos en la evolución
de la cerámica, el primero se presenta con líneas simples y escasas,
posteriormente la ornamentación se recarga. Las formas cerámicas más comunes
son: platos con soporte trípode, platos con o sin pedestal, cántaros globulares,
etc. Fortalezas halladas en algunos cerros de Cajamarca parecen indicar un
momento de guerras o conflictos. Los utensilios de cobre Cajamarca señalan la
utilización de utensilios y joyas de cobre y aleaciones de oro y plata.
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