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7.- DISCUSION Y ANALISIS

Aunque todas estas huacas son indiscutiblemente interesantes desde un punto de vista folklórico, algunas merecen una atención especial desde la perspectiva de la dinámica del medio social al cual representan.

Una de éstas es Llaga. Como se hizo notar anteriormente, esta huaca tiene un rol totalente similar al desempeñado por nomadoy y pomacama. Si esto es cierto, llaga sería la huaca de baja elevación que, junto con los altos picos cerca de llaiguen, define los límites verticales de la guaranga de Lluicho. Es, sin duda, significativo el hecho de que Lluicho sea la palabra quechua que designa un tipo de ciervo16 y que el ídolo más importante de llaga parece haber tenido algunos cuernos de ciervo.

Mientras que las huacas como llaga enfatizan la identidad individual de las guarangas en sí mismas, muniguindo, yanaguanca y xulcaguaca enfatizan la necesidad que tenían las guarangas de unirse y colaboradr en tiempo de guerra. Ismael Pérez (comunicación personal 1986) me contó que en Santiago de Chuco todavía cuentan una leyenda sobre una batalla entre Yanahuanca y Shulcahuanaca17. Estos dos cerros estaban localizados en la frontera entre los territorios Llampa y Guacapongo. Es posible que cada colina estuviese identificada más fuertemente con una de las guarangas y que su oposición dentro de la jalca representase la competencia existente entre las guarangas; sin embargo, como un par de picos en el horizonte, representaban la fuerza de las guarangas aliadas. Muniguindo estaba ubicado en la frontera entre las guarangas Lluicho y Andamarca y podría haber representado su fuerza como entidades aliadas. De nuevo, uno queda impactado por el hecho de que las relaciones entre las guarangas de Llampa y Guacapongo sean representadas en forma mucho más amplia por estas huacas que la relación entre las guarangas de Lluicho y Andamarca, hecho que refleja, muy probablemente, el origen reciente de estas últimas. También es interesante resaltar que la relación entre las huacas representa una estructura en la cual cada par de guarangas está unido durante la guerra pero no hay nada que permita prever la unión de todas las guarangas para el mismo fin. Esta situación pudo haber sido útil para el Inca y puede haber sido promovida por él tanto creando dos nuevas guarangas como estructurando las huacas para reforzar la identificación de grupos locales con el estado inca.

El Inca, por ejemplo, estableció varias huacas en su centro administrativo: casiapoma, guamansiri y topa llimillay. La primera puede haber tenido una muy cercana identificación con la persona del Inca Huayna Capac: está establecido que tuvo a esta huaca en gran consideración y que la llevó a la guerra con él. En el mito de la creación aparece guamansuri como padre de catequil; con seguridad esta huaca estaba identificada fuertemente con la población local, es decir con los integrantes de las cuatro guarangas indígenas cuyos ancestros fueron excavados de esa tierra por categuil.

Topa llimallay era, sin duda, la huaca principal de algunos mitimaes traidos del Cuzco. Estas tres huacas, y su ubicación en Huamachuco mismo simbolizan una amalgama de población local con los venidos de fuera, todos bajo la autoridad central del Inca.

El Inca, probablemente Huayna Capac de modo especial, fue también identificado con un número de huacas ubidadas en los alrededores de Huamachuco. Por ejemplo guallio (Cfr. párrafo C en el apartado anterior) era adorado "quando hilauan la Ropa del ynga guaynacapac (sic) y los otros yngas". Xulca manco (J) es presentado como un capaitán del mismo Huayna Capac y el magacti (K) fue obsequiado por el mismo Inca, a Huamachuco. Cóndor (S) es descrito como un capitán del Inca y, aunque esta vez Huayna Capac no es mencionado específicamente, la fecha de la muerte de Cóndor habría tenido lugar, muy probablemente, durante su reinado. Finalmente, el hecho de que el nombre de paucar (R) sea una voz quechua referida al plumaje colorido, sugiere que esta huaca también fue relacionada, de alguna manera, con el Inca.

Por un lado, estas asociaciones demuestran el importante rol jugado por Huayna Capac en la organizacióne incorporación de Huamáchuco al Imperio. Por otro, algunas de estas asociaciones, muestran también el carácter dinámico y cambiante del simbolismo de las huacas.

Por ejemplo Xulca manco era, indudablemente, una plancha de piedra esculpida en el Periodo Intermedio Temprano pero llegó a ser asociada con un rey que gobernó durante el Horizonte Tardío. Paucar puede ser actualmente una piedra esculpida (Fig. 16) encontrada por el Proyecto Arqueológico de Huamachuco en 1988 en el Castillo de Marca Huamachuco o una piedra esculpida en forma similar; también esta piedra data de la última parte del Periodo Intermedio Temprano o del Horizonte Medio. Dado que estas dos piedras fueron encontradas en construcciones que eran de escala monumental, una buena parte de la herencia arquitectónica del área de Huamachuco puede haber sido considerada durante el primer periodo colonial, como construida por el Inca.

El manuscrito de los agustinos no menciona en lo más mínimo ni insinúa el menor reconocimiento de que el Huamachuco Incaico y Colonial estuviese rodeado por una cantidad tan impresionante de ruinas provenientes de tiempos antiguos. Paucar y xulca manco podrfan haber sido encontradas en alguna de estas ruinas. El ídolo magacti, posiblemente, pudo haber sido dos de los tres pozos del Periodo Intermedio Temprano y del Horizonte Medio situados en Cerro Amaru (McCown 1945; Thatcher 1972, 1975; 1979; Topic 1984). Dos de los pozos están situados uno al lado del otro, mientras que el tercero está a cierta distancia y podría haber sido omitido por los sacerdotes agustinos. Las bocas de estos dos pozos estaban hundidas en la tierra y revestidas con piedra cortada, datos que podrían coincidir con la descripción que la Relación nos da: "que to (sic �" quiso escribir no"?) tenyan ya mas de los asientos los quales hedian grandemente". Pero téngase en cuenta que, la identificación de magacti con el Cerro Amaru está lejos de ser completamente cierta. La Relación ubica al cerro a casi tres leguas de Huamachuco; esta distancia podría ser exagerada a no ser que ella refleje el camino que los sacerdotes tomaban para ir al Cerro Amaru que está rodeado por profundas barrancas y empinados peñascos.

Ahora, el lugar puede ser alcanzado, a pie, desde Huamachuco, en una hora. A causa de las quebradas y los peñascos podría haber sido considerado el Cerro Amaru como "un cerro muy alto" pero también puede ser considerado como una ladera (o falda) de Marca Huamachuco que se eleva sobre él. Donde quiera que estuvieran situados, los magacti perecen haber tenido más amplia influencia que la que tenían Ilaiguen y caoquilca como huacas relacionadas con el agua especfficas de las guarangas: para poder pedir el agua a los magacti era necesario previamente, reunir un consejo de todos los curacas de la provincia. Por consiguiente, los magacti parece ser el tipo de huaca principal que trasciende las identidades de las guarangas, de la misma forma que guanacateguil, guaracayoc y, ciertamente, catequil.

Las otras huacas que, probablemente también tenían esta característica, eran tantacoro y las huacas que fueron halladas con este ídolo. Realmente hay una serie de paralelismos que apoyan la idea de que tantacoro y catequil son del mismo rango de estatus. Tantacoro parece ser un hijo de catequil, pero también parece que el hijo, con guagalmojon, comenzó su propio linaje de huacas. Pero, además, sus poderes de procreación parecen haberse extendido a la gente puesto que tantacoro y guagalmojon pueden ser vistos como una alternativa de paqarina en el Cerro de Huacate.

Tantacoro, como catequil, era un oráculo, un tipo de huaca especialmente importante. Los agustinos afirman que tantacoro había existido desde el tiempo de los Incas, pero no está claro en absoluto si él es posterior a la destrucción de catequil por Atahualpa y, por tanto, es su hijo y sucesor, o si ya existía con catequil, como contemporáneo o, quizás, como antecesor, e incluso, como rival. si este grupo de ídolos fueron, de hecho, localizados en el territorio Llampa, esto podria representar una buena posibilidad de que tantacoro fuese originariamente el equivalente de Llampa de catequil (que lo era de guacapongo); posteriomente, catequil se desarrollo como una huaca más importante que tantacoro y eventualmente se convirtió en la huaca principal de Huamachuco siendo también reconocido en todo el imperio Inca.

Notas:

(16) Gonzalez Holguin (1952, 1608?: 220) da el siguiente signifícado: "Lluichu. Cabra montés, que el macho ticne cuernos chicos la hembra que no los tiene".

(17) Uno de los picos tenía originalmente, según la historia, muchas rocas desprendidas encima y en los alrededores, mientras que el otro, en lugar de rocas, estaba cubierto de cactus. Comenzaron la lucha arrojándose mutuamente rocas y cactus. La batalla duró mucho ticmpo en esas condiciones, hasta que, finalmente, el pico que originalmente tenía rocas se quedó sin ellas y cubierto de cactus, mientras que el pico que originalmente tenía abundantes cactus, sólo quedó cubierto de rocas desprendidas. La importancia de estos picos durante la Colonia se refleja por el énfasis con que son dibujados en los mapas tanto de Martinez Compañón (1978, 1789?: Tomo I, Carta topográfica de la provincia de Huamachuco...) como por Feyjoo (1984, 1763?: Carta topográfica de la provincia de Truxillo...).



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