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CAPITULO VI

EL ENTIERRO

Durante la limpieza del pozo de huaquero, situado en la unidad 1 entre los cuadros E4 y E5, aparecieron restos óseos y gran cantidad de fragmentos de cerámica, muchos de los cuales pertenecían a una misma vasija; este dato nos permitió especular que en este lugar se saqueó un entierro, al finalizar el retiro del material suelto aparecieron varias vasijas in situ, la mayoría de ellas fragmentadas; no se hallaron restos óseos pero es posible que las vasijas hallan permanecido en su sitio original de este entierro disturbado parcialmente.

Fosa: El entierro se hallo a una profundidad de 0.88 metros de la superficie e intruía el piso 2 (capa G), esta intrusión debió realizarse después de construido el último piso de ocupación. No se ha evidenciado la presencia de arquitectura funeraria, por lo que podía tratarse de una fosa simple de 1.50 metros de ancho y 2 metros de largo que fue rellenada con tierra y arena.

Osamenta: Aunque nos e halló la osamenta, la distribución de las ofrendas parecía indicar que rodeaban al cuerpo. Durante la limpieza del material disturbado que rellenaba este entierro y de los pozos de huaquero cercanos se hallaron restos óseos largos que podrían pertenecer a las osamentas disturbadas del entierro.

Contenido del entierro: Hacia el lado oeste de la fosa se hallaron 3 cántaros, dos de los cuales son de gollete expandido y tienen decoración pictórica en base a líneas y bandas simples; el tercero es también un cántaro con gollete expandido pero está decorado en plano relieve con motivos de dos venados flaqueados por redes; en este mismo lado se hallaron restos óseos de camélidos y varios fragmentos de cerámica; en el lado este se descubrieron cinco vasijas dos de ellas enteras, una es un cántaro con decoración simple y la otra es una botella decorada con bandas y líneas pintadas; al sur se ubicó gran cantidad de fragmentos de cerámica incluyendo fragmentos sin cocer.




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